Design for change
Una vez realizadas todas las entrevistas,
todos los miembros del grupo procedimos a analizarlas en profundidad. Nos dimos
cuenta de que tenían muchas similitudes, pero también grandes diferencias,
notables sobre todo entre aquellas entrevistas que habíamos hecho a los
antiguos alumnos de la época del franquismo y la dirigida a los actuales
estudiantes.
Una vez hecho este análisis, sacamos
conclusiones y decidimos centrarnos en cinco aspectos para nuestro proyecto de
Design For Change. El primero de ellos trata sobre las características del
aula: materiales, recursos, religión, decoración, nacionalidades, colegios
mixtos, centros privados/públicos :
Gracias a las entrevistas
realizadas a personas que fueron escolarizadas durante el franquismo, obtuvimos
muchísima información sobre como eran las aulas de los colegios de primaria durante
esa época. Lo más llamativo y característico era la presencia en el aula de cuadros
de Francisco Franco o José Antonio Primo de Rivera, a su vez, muchas escuelas
también contaban en sus aulas con imágenes de carácter religioso. Como cuaderno, los alumnos utilizaban una pizarrita
de tiza donde aprendían sobre todo caligrafía. También se les daban mucha
importancia a los mapas, sobre todo el mapa político de España, pero también
existían globos terráqueos. Para la enseñanza de las matemáticas era muy
frecuente el uso de los ábacos.
El segundo aspecto en el que nos vamos a
centrar durante la elaboración y la fase de “actúa” de este proyecto es en la
relación entre el maestro y el alumno:
Queremos que los estudiantes
de Primaria se den cuenta de como ha evolucionado exponencialmente este aspecto.
Anteriormente el profesor era una figura fría, que generaba cierto temor entre
muchos de los estudiantes (debido a que era muy común el uso de la fuerza como
castigo a los alumnos) y un gran respeto entre todos. Los alumnos tenían que
mostrárselo levantándose de su pupitre cuando el profesor cruzaba el umbral de
la puerta.
El tercer aspecto para estudiar son los
castigos, los premios y la libertad de expresión:
Actualmente,
que haya premios en el aula cuando los alumnos hacen alguna tarea bien o
responde correctamente a una cuestión del profesor es muy frecuente. Sin
embargo, durante el Franquismo, los alumnos no recibían ningún tipo de premio o
felicitación cuando hacían algo bien. Queremos que los alumnos sean conscientes
de lo mucho que ha evolucionado la educación, ahora que no existen los castigos
físicos en el aula, que solo generaban sentimientos de humillación y odio entre
los estudiantes.
El cuarto aspecto, trata sobre los
juegos de patio:
Muchos
juegos antiguos que nuestros familiares utilizaban para divertirse durante las
horas de recreo han desaparecido. Es probable que muchos niños nunca hayan
jugado a juegos tan típicos como la rayuela, las canicas, la goma, la comba…
Esto se debe a que ahora la mayoría de los niños utiliza las tecnologías para
divertirse en el patio. Por este motivo, queremos que ellos jueguen, socialicen
y se diviertan mientras creamos cohesión de grupo.
El último aspecto está enfocado en su
totalidad a los contenidos que se enseñaban a las mujeres y aquellos que solo
se enseñaba a los hombres.
Los
alumnos de primaria no son tratados de manera diferente por su género. Todos
ellos reciben la misma educación pública, gratuita y eficaz que merecen. Sin
embargo, para nuestros antepasados, todo era diferente e injusto. En una época
donde la mujer se encontraba en un segundo plano, ésta recibía una educación muy
distinta. Las niñas aprendían a coser, para convertirse en lo que la sociedad
quería: buenas esposas. Mientras tanto, los niños recibían clases sobre carpintería,
entre otras cosas. Por esta razón nos parece crucial que los niños y niñas
puedan valorar mejor la educación justa que reciben.
Cabe destacar que de cada aspecto, habrá una justificación histórica.
-Entrada realizada por Mónica Bernardo Sánchez-
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