¿Qué
es la historia?
Una
cosa importante a tener en cuenta es que no todos los datos son hechos
históricos, ni los historiadores los consideran como tal.
La
tarea del historiador tiene como finalidad establecer unos datos básicos que,
metafóricamente, son la materia prima que usan para “construir” la historia. El
historiador debe ser selectivo, es decir, decidir qué datos usar, en qué orden
o en qué contexto.
Durante
el siglo XIX la tarea del historiador se centraba en mostrar lo que sucedió.
Sin embargo, a lo largo de los últimos años se han desarrollado distintos
puntos de vista como los siguientes:
Positivista: considera que la tarea del
historiador consiste en averiguar los hechos y sacar conclusiones a partir de
estos.
Teoría empírica del conocimiento: separa al sujeto y el objeto de
estudio, es decir, los hechos son independientes y no afectan al observador.
Otra
de las cuestiones a destacar es si la historia es objetiva o subjetiva. Carl
Becker considera que los hechos de la historia no existen hasta que el
historiador los crea. Éstos nunca llegan
en estado puro, sino que sufren un proceso de refracción al pasar por la mente
de quien construye el conocimiento, perdiendo esta información la parte
objetiva, y ganando en subjetividad.
Otro punto a
destacar es que no se puede hacer historia si el historiador no empatiza con el
contexto de las fuentes primarias, a partir de las cuales se construye la
historia. El presente solo se puede entender gracias al pasado, y el pasado
solo se puede entender gracias al presente.
La
obligación del historiador hacia los hechos es intentar que no falte ninguno de
los datos conocidos o susceptibles de serlo, que sean relevantes en un sentido
u otro para el tema que le ocupa.
En
cuanto a los documentos, en épocas anteriores no se preguntaban si eran fiables
esas fuentes. Uno de los mayores problemas es que esos datos que tenemos hoy en
día son subjetivos, por lo que no se sabe qué ocurrió realmente.
Como
conclusión decir que, tanto el historiador como los hechos, son mutuamente
necesarios. Los hechos deben ser contados para conocerlos y, para ello, deben
suceder. Es un proceso continuo de interacción hechos históricos e historiador,
un diálogo sin fin entre el presente y el pasado.
DENISA RADU
Comentarios
Publicar un comentario