![Resultado de imagen de hablar en publico](https://amadag.com/wp-content/uploads/2018/12/HablarEnPublico-816x428.jpg)
Aprovecho que mis compañeros están exponiendo sus
correspondientes etapas de la historia para hablar sobre un tema importante y
que, desde mi punto de vista, no puede pasar desapercibido.
¿Cómo expresarnos en público? ¿Cómo paliar ese miedo
escénico? ¿Cómo conseguir tener una buena oratoria? ¿Es necesario profundizar
en la habilidad comunicativa?
Sinceramente creo que se debería hacer más hincapié en
enseñar a hablar en público en la escuela. Si desde una temprana edad recibieses
una enseñanza de cómo hacerlo y lo pusieras en práctica habitualmente, se conseguiría aumentar el rendimiento
escolar y con ello, obtener un mejor desarrollo tanto personal como
profesional. “Es una realidad. Cuando lo trabajas
desde una juventud incipiente, es más fácil dominar la técnica”, como comenta
Fran Carrillo en el artículo que adjunto, fundador y director de La Fábrica de
Discursos.
Tiene numerosas ventajas no solo para dentro del aula,
también puede servirte para las entrevistas de trabajo, para tu futuro empleo e
incluso para tu día a día. En nuestro caso, como futuros maestros, un ejemplo
claro a parte de dar clase trabajando así, cada día la oratoria, es también
aprender a hacer reuniones con padres o entre los compañeros del centro
educativo. La comunicación es una habilidad tan necesaria que puede servir como
una “llave” para abrirte muchas puertas.
Actualmente, podemos ver en la universidad que nos cuesta
hablar en público, por vergüenza, nervios, miedo y un cúmulo de sentimiento
negativos que no deberían aparecer. Esto hace que no transmitas la información
de manera correcta y por tanto no conseguir un buen proceso comunicativo. No te
ayudas con los brazos y las manos para gesticular, no te mueves por el espacio para
captar la atención, no varías el tono de voz, no te sientes lo suficiente
seguro como para no respaldarte de alguna muletilla como puede ser: “¿vale?”.
Todo esto hace que aumente tu inseguridad ante las personas, y que no se
transmita la información porque los receptores pierden la atención.
A día de hoy nos enseña el profesor a cómo hablar en público
y aun así nos cuesta como siempre porque no se le ha dado la suficiente
importancia a este tipo de educación, cuando, y más para nosotros como futuros
maestros, es fundamental. Es algo a lo que no estamos acostumbrados y estamos
“pagando las consecuencias” ahora.
Para terminar esta entrada, voy a reflexionar sobre una
anécdota personal: desde siempre he sido una chica muy introvertida, vergonzosa
para hablar en público y en general, a cualquier persona desconocida. Sin
embargo, llevo trabajando tres años y medio de cara al público, en un gimnasio,
y he notado un gran cambio en mí, en mi forma de expresarme, de dirigirme a la
gente, sintiéndome cada vez más a gusto haciéndolo. Además, también trabajo
dando clases extraescolares a niños de primaria y de ahí estoy ganando y
desarrollando mi experiencia tanto personal como profesional. Es una pena que
no haya sido mediante mi trayectoria escolar. No cometamos el mismo error a
partir de ahora, estamos a tiempo de cambiarlo.
-Entrada realizada por NOELIA CARBAJO ANCILLO-
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